Conociendo a les autores: entrevista a Julieta Chiaramonte
Julieta Chiaramonte es estudiante de la carrera de Letras desde 2018, disfrutó cursar y preparar el final de Lingüística; trastabilló con Teoría y Análisis Literario y todavía padece de “extrañamiento”. Cursar literaturas le ayudó a hacer mejores migas con la teoría literaria. No obstante, sus lealtades hacia la Lingüística prevalecen y desde hace un año participa de un proyecto de investigación en psicolingüística. Trabaja como docente de alemán e inglés. En su tiempo libre, escribe.
Lee su cuento Potro sin bocado en el cuarto número de la revista picando aquí.
La podés seguir en sus redes:
Por el camino de Puan: ¿Escribís pensando en que tu obra puede llegar a ser publicada o lo dejás librado al destino?
Por el camino de Puan: ¿Cómo describirías tu proceso de creación de los personajes en "Potro sin bocado".
Julieta: El cuento nace a partir de un personaje que aparece en un texto de Manuela Gorriti, Peregrinaciones de un Alma Triste. El texto es de 1875 y el personaje en cuestión es un ladrón que asalta el cuarto de la protagonista en medio de la noche. La particularidad de ese episodio es que el “ladrón” termina resultando un hombre caritativo: resulta ser un pobre huérfano, hijo de una esclava (María) y su amo. Este hijo, producto del abuso, decide tomar la mitad del oro que le corresponde (dinero que era de su padre) y entrega la otra mitad a Laura, la protagonista del viaje. La solvencia económica de Laura proviene del hijo de una esclava. Creo que ahí hay todo un gesto de reparación. Me fascinó esa alianza inesperada y cuando pensé en el protagonista de mi cuento, pensaba en un bandido que termine siendo un héroe. Pensaba en un hijo vengando a su madre. Ese fue el germen del cuento. El poder económico en el pueblo de Potro sin bocado está del lado de un hombre femicida, que abandona a sus hijos. No hablaría de un proceso de creación de los personajes, pero sí de un buen caldo de lecturas. Cuando empecé a escribir sobre ese espacio que había visitado en lecturas, “el desierto” de Echeverría, los personajes empezaron a aparecer. Mis cuentos suelen ser una cucharada desprejuiciada de lo que está ocurriendo en mi cabeza.
Por el camino de Puan: ¿Hay alguna influencia de la
literatura gauchesca en tu cuento? ¿Qué otras inspiraciones podrías mencionar?
Julieta: El texto nace
después de una cursada virtual de Literatura Argentina I con la cátedra de
Alejandra Laera. Definitivamente, me impactó mucho la potencia estética del
“desierto”. Por momentos me recordaba a la desolación del paisaje en El llano
en llamas de Rulfo. Es la misma desolación que por momentos encuentro en Donoso
y El lugar sin límites. Pareciera que los personajes están irremediablemente
ligados a la continuidad remota del espacio, al horizonte (social) inerte y sus
desgracias. Hacia el final de Potro sin bocado, quería superponer el pasado
trágico, la muerte de la Tota, con el presente; la posibilidad de redimir ese
pasado en el que Luis no pudo hacer nada. Porque la literatura te ayuda a
lidiar con la impotencia. Y hay algo del Dahlmann de Borges, de empuñar el
cuchillo y elegir tu propia muerte. Quería que fuera un chiste interno, pero en
el cuento hay un exemplum del conde
Lucanor.
Esta entrevista fue gentileza de Jimena Villar.
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