Conociendo a les autores: entrevista a Roberto Ipiña

 

En esta oportunidad vamos a charlar con Roberto Ipiña. Escribió un cuento titulado "El propietario" que pueden leer en Por el camino de Puan 3.

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Por el camino de Puan:¿Desde cuándo escribís y por qué?

Roberto: Escribo desde muy chico. En la escuela primaria, hacía las redacciones que la maestra nos pedía como tarea, para mí y para mis compañeros de clase.Mi hermana mayor (un par de años) me enseñó a leer y a escribir antes de que yo empezara la escuela.

PECP: ¿Cuál es tu top 5 de autores favoritos? y ¿Alguno de esos cinco te influenció?

Roberto: Mi top 5 se renueva cada diez años, más o menos (tengo 57 años de edad), seguramente, dependiendo de las características de la fase de mi vida que me toca vivir.

En mi top 5 actual, no puede dejar de estar Borges (siempre está). Le siguen Juan José Sáer y César Aira. Mijaíl Bulgákov, seguro, también está. Y, agreguemos a una mujer, Hebe Uhart.

Respecto de influencias, sin lugar a duda, se encuentran rastros de lecturas en cualquier escrito de cualquier persona. Pero no me parece saludable pensar en eso. Creo que pensar en influencias tiene el riesgo de distraerte del motivo de tu escritura. En todo caso, que la influencia surja de manera natural, subconsciente o inconsciente.

Claro que la imitación y la repetición también pueden surgir de manera subconsciente o inconsciente. Digo, la influencia puede convertirse en “influencia”, y entonces empiezan a aparecer los “homenajes”.

El escritor joven tiene que ganar seguridad sobre sí mismo, sobre su personalidad, su destreza y sus ideas. Eso se logra escribiendo, mucho. Hay que leer y escribir mucho, pero lo que te vuelve escritor es escribir, mucho. Hay que lograr el oficio de la escritura, pienso, para ser un escritor. Y es fundamental divertirse con todo esto.

Igual, si me apurás un poquito, creo que mi cuento “El propietario”, tiene cierto “aire a Aira”, aunque sin sentido del humor. O con un humor disimulado, como también hay en algunos cuentos de César Aira.

PECP: En relación a tu cuento, ¿cómo pensás que debería vivir un escritor? 

Roberto: Si el mundo se divide entre “escritores” y “no-escritores” (o entre “artistas” y “no-artistas”), entonces, uno de los sentidos de mi cuento es que su protagonista es un tipo que le pasa lo que le pasa, porque jamás se le cruzó por la cabeza que podía ser un artista. Potencialmente, tenía condiciones para serlo, pero no tiene la menor idea de eso.

Alguien dijo (no recuerdo quién): “En un mundo de locos, estar cuerdo es otra forma de la locura”. El escritor, la escritora, somos gente intentando mantener un orden, un sentido, una cordura, en un mundo de locos. El artista debe saber entrar y salir de la locura, indemne (esto también ya se ha dicho, nada nuevo bajo el sol).

El escritor tiene que ser propietario, dueño, antes que nada, de sí mismo.