Conociendo a les autores: entrevista a Nicolás Lorenzo
Nicolás Lorenzo es estudiante de Letras y docente de inglés; escribe de a ratos "aunque no me llegaría a llamar escritor". Ahora vive en Capital pero es de
Bella Vista, San Miguel. "No sabría decir nada más sin
sentir que expongo sobre mi vida al punto del aburrimiento del resto, así que
creo que me voy a quedar con esta corta presentación."
Pero si vos, queridx lectorx, querés saber más de Nicolás, seguilo en sus redes:
Instagram y Twitter picando cualquiera de los dos (¡o ambos!)
También podés leer su La geisha de Flores, publicado en el cuarto número de la revista, aquí.
Por el camino de Puan: Se ve en el cuento una gran importancia de las imágenes. ¿Tenés identificadas, lecturas o, quizás, películas que hayan resonado, en ese sentido, a la hora de escribir el cuento?
Nicolás: Muy pocas veces tengo, cuando escribo, la imagen de
alguna obra en la cabeza. Casi siempre solo escribo, hasta que me canso o hasta
que termino. Eso sí, las imágenes son siempre importantes en mi cabeza. Cuando
tengo algo visualizado, me gusta poder demorarme el tiempo que sea necesario
para generar algo, una impresión del lugar, una sensación de estar ahí. Me
gusta que la gente que me lee (quien sea esa gente y si alguien lo hace) se
sienta en el espacio en el que lee, porque yo me siento siempre en ese espacio,
y así las palabras se vuelven algo más compartido. Y creo que eso es algo que
me ha quedado del cine, de ver películas con alguien en simultáneo y tener ese
momento compartido. Así que, aunque no haya tenido ninguna obra en la cabeza en
ese momento, sí creo que las películas en general son cosas que han moldeado mi
mirada a la hora de escribir.
Por el camino de Puan: ¿Hay algo que,
registres, haya disparado la escritura del cuento? ¿Te acordás cuánto te llevó?
Nicolás: Lo escribí en poco tiempo, la verdad. La historia de
cómo se me ocurrió es un poco larga, pero en pocas palabras, estaba en casa
cuando de pronto me acordé de un instante: ese momento, en la vieja casa de mi
abuela, en el que salías de la cocina hacia la galería (pasando por el diminuto
lavadero), y en cómo colgaba la parra entre alambres y daba sombra sobre el
piso, cómo estaban dispuestas las plantas en macetas y canteros, cómo pegaba la
luz del sol sobre todo eso. Apenas pensé en eso, sabía que tenía que ponerlo en
algún lado y no tenía que perder esa imagen que se me había disparado como
recuerdo. Así que me senté y me puse a escribir. Mientras lo hacía, el relato
fue tomando forma y bueno, quedó lo que quedó.
Por el camino de Puan: ¿Qué hay,
creés, en la escritura de la señora Kamiya (protagonista del cuento) de tu
propia escritura? ¿Y viceversa?
Nicolás: Mi relación con la Señora Kamiya (y con todos mis personajes en general) es la misma que tienen dos amigxs que pasan mucho tiempo juntxs. Cuando me siento a escribir, convivo con el personaje sobre el que esté escribiendo, siento que lo conozco poco a poco y que, poco a poco y de alguna manera extraña, ese personaje me va conociendo a mí. Al final, yo soy el que escribe, y son mis palabras, pero no puedo decir que la Señora Kamiya no tenga su propio estilo, sus propias formas, y no se puede negar que, de alguna u otra manera, esas formas influyen incluso en mi proceso de escritura.
Esta entrevista fue gentileza de Ulises Rubinschik
Qué interesante! Me ha gustado mucho la idea de trasladar la sensación de compartir una película a la escritura y lectura. Y me ha parecido súper intrigante que con esa imagen, ese recuerdo tan visual, surgiera el relato 👏
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