Conociendo a les autores: entrevista a Manuel Félix Cantón
Manuel ha publicado su libro de cuentos Un año sin verano y fue uno de los ganadores de la Bienal Joven de literatura en 2019 por su cuento "Depto." . Es autor del cuento "31." publicado en el tercer número de Por el camino de Puan.
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Por el camino de Puan: Ya publicaste el libro de cuentos Un año sin verano y además tu cuento "Depto." fue seleccionado en la Bienal del 2019, ¿cómo afectó la publicación de tus cuentos en tu escritura?
Manuel: En principio, publicar siempre es una alegría, porque sirve para ponerle fin a un proceso. Además la experiencia de edición en Trench fue muy buena: trabajar con el libro como meta me ayudó a darle otra vuelta a los cuentos, a pensarlos de otra forma, más definitiva e integrada. Pero después, casi inmediatamente después, sentí una orfandad enorme. No sé si eso le pasará a todo el mundo, pero yo tuve que atravesar una especie de duelo; un duelo del que, por supuesto, solo pude salir escribiendo. No sé si eso responde a la pregunta igual. Quizás el efecto más concreto es que empecé a pensar más en términos de proyectos y menos en términos de argumentos.
Por el camino de Puan: ¿Cómo repercutió tu experiencia en la creación de “31”?
Manuel: Creo que la experiencia es siempre un insumo. No lo digo necesariamente en términos de anécdotas personales -aunque en el caso de "31." hay un poco de eso-, sino en un sentido más amplio: la experiencia es un insumo emocional, una colección de detalles y estados de ánimo. Siempre digo que no tiene sentido inventar algo si la realidad ya te lo da hecho. De todas formas, eso tiene mucho que ver con la manera en que pienso mi literatura, que siempre tiene más que ver con la curiosidad que con la imaginación. No soy una persona muy imaginativa, pero creo que soy más o menos bueno prestando atención. Y la experiencia también es eso: escuchar historias ajenas.
Quizás la prueba más extrema de esa necesidad de experiencia fue el confinamiento. Durante ese tiempo me costó mucho escribir, en parte porque todos los días eran iguales. No había insumos nuevos. Es muy difícil escribir, y sobre todo narrar, cuando solo te escuchás a vos mismo. Casi que estás obligado a hacer literatura sobre literatura, algo que mucho no me interesa.
Por el camino de Puan: ¿Cuáles son tus influencias? Pueden ser literarias o no.
Manuel: En literatura, Puig y Walsh, sin dudas. Me gustan los escritores que saben hacer de todo, que pueden escribir en todos los estilos. Después, creo que estoy obligado a decir Manu Ginóbili; de hecho hasta escribí un ensayo sobre el tema, que salió hace un tiempo en Orsai. Creo que, como la literatura es un ámbito tan flexible, muchos escritores tenemos un paradigma de referencia externo, que sirve como punto de comparación. Algo así como lo que le pasa a Aira con la pintura, ponele. Bueno, para mí ese sistema es el básquet; de esa manera escribir se parece mucho a una disciplina del cuerpo. Siempre sostengo que los escritores viven como atletas o como drogadictos, y yo, en esa división, quiero ser un atleta.
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